La basura es una fuente inagotable de posibilidades. En Stapa elegimos trabajar con plástico desechado porque estamos convencidas de que lo reciclado puede ser incluso más hermoso que lo nuevo.
A nivel mundial, el 46% de los residuos plásticos se deposita en vertederos municipales, mientras que el 22% se gestiona de manera inadecuada y se convierte en basura. Al tardar cientos de años en descomponerse, cuando se desecha, se acumula en el medio ambiente hasta alcanzar un punto sin retorno.
Para abordar eficazmente la crisis de la contaminación por plásticos, es necesario un cambio sistémico. Esto significa pasar de la actual economía lineal del plástico, que se centra en producir, utilizar y desechar el material, a una economía circular del plástico, en la que el plástico que se produce mantiene su máximo valor económico durante el mayor tiempo posible. Es decir, que siga siendo útil de alguna u otra manera sin recurrir a su eliminación.
En Stapa apuntamos a certificar nuestros materiales y procesos de producción de acuerdo a estándares ambientales, priorizando la transparencia e integralidad de nuestro trabajo.
Una Declaración Ambiental de Producto informa de manera transparente datos objetivos, comparables y verificados por terceros sobre el desempeño ambiental de los productos y servicios desde una perspectiva del ciclo de vida.
El estándar ISO 14001 proporciona un marco para que las organizaciones diseñen e implementen un SGA y mejoren continuamente su desempeño ambiental, tomando medidas proactivas y cumpliendo con los requisitos legales relevantes.